Del mismo modo, Rol de Troup, compañía que se estrena con "Cortado al Azar", una adaptación de los Cronopios y Famas, consigue inquietar con una puesta en escena expresionista y un trabajo de delicatessen interpretativa a cargo de dos actrices que se desdoblan sin descanso para abarcar un elenco de más de 10 personajes.
Si bien es cierto que en ocasiones eché de menos la sobriedad propia de las atmósferas engañosamente reales de los cuentos originales, una vez que entré en el estilo propuesto por la dirección de Chus de la Cruz, todo se redujo a disfrutar del magnífico trabajo de travestismo multifacético que hizo a las actrices pasar por un arco infinito de edades, sexos e idiosincrasias, usando para ello todas las herramientas de su caja de interpretación: pantomima, máscaras, cambios de voz, cambios de energía, tempo, vestuario,... un alarde que en todo momento fue acompañado de risas, aplausos y alguna que otra exclamación de sorpresa.
La escenografía, mínima y expresionista, a cargo de Natalia Alonso sufre tantas transformaciones como las actrices que la manipulan y se deja cortar, mover, desmontar y adaptar para acoplarse a cada situación y dibujar, con la ayuda de una magistral y medida iluminación (David de Diego González) atmósferas que, tendiendo siempre a la penumbra, hacen de la sombra una nueva nota de color.
De hecho, una de las cosas que más llaman la atención de este montaje es el modo en el que el trabajo de unos y otros integrantes se funde en el resultado; es difícil distinguir dónde acaba la escenografía y dónde empieza el vestuario (diseño de Maite Agorreta), en ocasiones tan inquietante como la música de Pilar Onares.
Muy buen trabajo, en resumen, el de esta compañía que, como si de una familia de Cronopios se tratara, han aunado esfuerzos y sensibilidades para regalarnos una pieza de cámara terriblemente divertida e inteligente. Es un placer siempre comprobar cómo el trabajo de grupo puede dar resultados tan hermosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario